5 formas de mejorar el rendimiento de tus empleados

5 técnicas para mejorar y aprovechar al máximo la productividad de tus empleados.

Parece sencillo, pero establecer un plan operacional que asegure la organización de personal en el sector hostelero o de retail no es nada sencillo. Más cuando la tienda o el restaurante están a pleno rendimiento y supone un reto para los empleados ejecutar su labor con la máxima eficiencia.

Establecer una previsión de volumen de ventas con la adecuada organización y cuadrante de turnos, marcar unas directrices previas con procedimientos de operaciones claros y preparar al equipo, facilitará la dinámica de trabajo en el local y garantizará un servicio y trato de calidad con los clientes.

Partiendo de la base que la mayoría de personal quiere hacer bien su trabajo, el ejercicio de retroalimentación o feedback con ellos es fundamental y debe formar parte del plan de negocio y gestión de cualquier restaurante o establecimiento.

Fomentar relaciones más estrechas y fuertes, e impulsar la productividad, mejorará la rentabilidad.

1. Plantarse y actuar desde el terreno. La mejor forma de mejorar y resolver un problema es cuando se actúa y se afronta en el mismo momento que ocurre. Si se deja para posteriormente o días más tarde, puede repercutir en el volumen de ventas, con la consecuente disminución de ingresos o pérdidas.

2. Haz preguntas. Sin emplear la técnica acusatoria. Lo mejor es llevar a cabo un análisis de los hechos acaecidos en un momento determinado, y acto seguido formular preguntas sobre las causas por las pudieron suceder realmente. Muchas veces el problema del rendimiento de personal no es por negligencia o falta de interés, más bien pueden estar relacionado con otros factores como falta de información o el agotamiento excesivo por sobrecarga y prolongados horarios, la vida personal, o algunos roces en el propio puesto de trabajo.

Preguntar a los empleados transmite muestra de interés y preocupación por su labor dentro de la empresa. Contar con personal suficiente en cada momento y formación previa es vital para mejorar la calidad del establecimiento.

3. Explicar el impacto de no cumplir cada uno con sus funciones. De aquellas acciones individuales que pueden afectar a otros compañeros. Por ejemplo, las labores de supervisión del stock o inventario de productos. Si algún empleado no ejecuta sus funciones, implica por defecto que parte del personal tenga que ejecutarlas y desatiendan otros deberes en un momento determinado.

4. Especificar cómo los propios empleados pueden ayudar a mejorar y planificar juntos. Y para ello ejercer funciones de coach que les animen a mejorar y resolver problemas, y hacer que la gestión sea mucho más sencilla.

5. Seguimiento y reconocimiento cuando los resultados sean positivos. Reconocer que tu equipo lo está haciendo bien, reforzará su actitud y oportunidad de crecimiento profesional.