Máxima eficiencia y rentabilidad en tu cocina central y en tus restaurantes
Optimiza los procesos de tu cocina central, maximiza la rentabilidad y asegúrate de que se mantienen los estándares y la calidad en toda tu cadena de hostelería.
FAQ
Una unidad central de producción (UCP), también conocida como cocina central, es un espacio de cocina que se utiliza para preparar una parte de los platos o toda la comida que se sirve en los distintos locales de una cadena de hostelería. En este espacio se preparan los platos, posteriormente se distribuyen a los distintos centros y finalmente se emplatan y sirven a los clientes.
Hay varias razones por las que una cadena de hostelería decide optar por una cocina central. Una de las ventajas más importantes es que garantiza que se mantengan los estándares y la calidad en todos los centros, con lo que los clientes pueden encontrar el mismo plato sea cual sea el local que visiten. Otra ventaja es la economía de escala que se obtiene gracias a la compra centralizada y que permite reducir los costes. Puedes leer más sobre cómo Easilys f&b puede ayudarte a reducir los costes de los alimentos.
El objetivo de gestionar una unidad central de producción es que las operaciones sean más eficientes y optimizar los costes. Nuestro software de gestión de cocinas centrales optimiza, automatiza y monitoriza distintas líneas de operaciones, comunicaciones y datos. Por lo tanto, es muy recomendable que la cocina central sea lo más eficiente posible y reducir costes y residuos utilizando una herramienta para optimizar los procesos de producción.
Cada vez son más las cadenas de hostelería que recurren a las cocinas centrales. La producción centralizada de una parte o de la totalidad de la producción permite reducir los costes de personal (que suponen alrededor del 30% de los costes totales de un negocio de restauración) y garantiza que en todos los restaurantes de la marca se mantenga la calidad y los estándares.
Finalmente, una cocina central permite que el personal del restaurante no tenga que llevar a cabo las tareas más rutinarias de cocina y que puedan dedicar más tiempo a atender a los clientes. Esto repercute positivamente en la satisfacción de los consumidores y en su fidelización, ya que un buen servicio y una buena comida harán que aumenten las visitas.