Vela Beach: así se adaptan las terrazas a la nueva normalidad

Desde el inicio de la desescalada, las terrazas se han convertido en un salvavidas para muchos negocios de hostelería. En un primer momento, y con un aforo limitado, permitieron reactivar la actividad. Esta apertura parcial sirvió para tomar el pulso a los clientes, que respondieron sin temor y con más ganas que nunca.

En la nueva normalidad, las terrazas siguen dando impulso a la recuperación del sector de la restauración. Además, la coincidencia del fin del estado de alarma con el periodo de máximo apogeo de las terrazas está suponiendo un verdadero alivio para muchos de estos negocios, que empiezan a ver la luz al final del túnel. Este es el caso del Grupo Vela Beach, que lleva más de 10 años ofreciendo una variada oferta de ocio en Torrevieja.

El grupo cuenta con diferentes espacios abiertos todo el año entre los que se encuentran cinco restaurantes, cuatro pubs y una de las mayores discotecas de la Costa Blanca. Debido a su situación y al tipo de negocio, las terrazas suponen una parte fundamental del negocio. Manuel Aracil Muñoz, del área de Dirección de la Vela Beach, nos cuenta cómo están adaptando el negocio a la nueva normalidad.

 

Cómo adaptar las terrazas a la nueva normalidad

El Grupo Vela Beach dispone de una terraza en primera línea del mar. Con un estilo chillout y cubierta de césped artificial, su aforo previo al covid era de 80 personas. Tienen un público tiene un perfil medio-alto, de entre 35 y 65 años tanto nacional como europeo (escandinavos, rusos, belgas, etc.). Con motivo de la pandemia, han realizado una serie de cambios para garantizar la seguridad de clientes y empleados frente al virus.

Por un lado, están aplicando todas las medidas de protección que establecen las autoridades. Desde la colocación de dispensadores de gel desinfectante, de carteles informativos y de indicaciones en suelos para una buena trazabilidad, hasta la utilización de mantelería de un sólo uso, la protección de copas y utillaje, la separación de mesas, la desinfección de la zona de taquillas y, por supuesto, las mascarillas para todo el personal.

Por otro lado, han redistribuido los espacios en la zona de terraza. “Teníamos una hamburguesería de verano junto a uno de nuestros restaurantes y se ha tomado la decisión de mantener el local cerrado para poder aprovechar su terraza y atender el aforo que nos visita en el otro restaurante, cuyo ticket medio es mayor”. Además, han colocado sombrillas nuevas y toldos para proporcionar una mayor comodidad a los clientes con independencia de las condiciones climáticas.

La evolución de las terrazas en tiempos de coronavirus

Aunque al estar situados en zonas de paseo marítimo, no han percibido una mayor intensidad en la terraza que años anteriores, “si notamos que el cliente quiere más exterior, más sensación de libertad”. Disponer de una terraza de estas características les ha permitido sacar del ERTE a casi la totalidad de sus empleados en apenas un mes desde la reapertura. “Hemos sido valientes y desde el primer día tuvimos claro que salíamos a competir, intentando hacerlo mejor que nunca”, destaca Aracil.

 

“Hemos sido valientes y desde el primer día tuvimos claro que salíamos a competir, intentando hacerlo mejor que nunca”

 

La respuesta de los clientes que “inicialmente fue muy explosiva”, descendió en las semanas posteriores. Aunque lamenta que “la clientela no era estable”, con la llegada de mediados de junio y el buen tiempo “se ha ido intensificando hasta que a día de hoy nos sorprende que podamos estar defendiéndolo bastante bien. La verdad es que Torrevieja, por suerte, está activa”.

 

La respuesta de las autoridades ante la apertura de las terrazas

Con el fin de contribuir a la reparación del sector de la hostelería, desde algunas instituciones públicas se están dando diversas facilidades. Aracil destaca especialmente el papel de las autoridades locales: “En cuanto a información y extensión de horarios, han estado a la altura”. Sin embargo, critica “el descontrol de los cuerpos de seguridad en cuanto al conocimiento de las normas establecidas en el BOE y sus diferentes formas de querer aplicarlas”.

Por ello, lamenta la falta de flexibilidad “en un periodo tan delicado y difícil”. En este sentido, reconoce que han echado de menos que tanto el Gobierno central como las administraciones autonómicas comunicasen la información de forma más ordenada. En cualquier caso, coincide en que “excepto por la situación de incertidumbre en cuanto a novedades y cambios, estamos convencidos de que hemos hecho lo correcto. Confinarnos y desconfinarnos progresivamente por fases”.

Finalmente, Aracil hace balance de su estrategia a raíz de la pandemia y concluye que hay que adaptarse a las normas que establece el Gobierno y competir. “En nuestra compañía, la clave está en aceptar las normas del juego, adaptarse y dar la mejor versión de un negocio para que en el momento de la reapertura hayamos intentado estar al 120%”.