El municipio de Strängnäs garantiza la máxima seguridad alimentaria con Compliance by MAPAL

El municipio de Strängnas, en Södermanland, es uno de los 288 consejos comarcales de Suecia. La ciudad de Strängnäs está situada junto al lago Mälaren y su origen se remonta a la época vikinga, aunque el municipio actual nació en 1971 y tiene una población de unos 40.000 habitantes.  

El municipio cuenta con 30 cocinas, dos de las cuales son cocinas centrales que suministran comida a escuelas, centros preescolares y residencias de mayores. Todas ellas siguen la normativa APPCC europea, por lo que la seguridad alimentaria es primordial.

Fredrik Andréasson se incorporó al consejo en 2015 y en 2019 pasó a ser jefe de cocina de los centros de preescolar. En ese momento, todos los controles y procedimientos sanitarios y de seguridad alimentaria se hacían en papel. Estos procedimientos manuales eran muy lentos y si, por ejemplo, la temperatura de los congeladores era demasiado alta y no se detectaba con suficiente rapidez, había que tirar todos los alimentos y pagar por la reparación, que solía salir cara. 

Además, cada vez que Frederik necesitaba introducir un cambio en alguno de estos procedimientos, tenía que enviar un correo electrónico a todos los equipos y pedirles que lo aplicaran ellos mismos en el sistema. Para ello, tenían que conectarse a un ordenador, localizar la lista de comprobación correcta en la que realizar el cambio y volver a imprimirla. Los empleados estaban ocupados cocinando y gestionando la cocina, lo que significa que tenían poco tiempo para las tareas administrativas (y no todas las cocinas disponían de impresora). En consecuencia, estos cambios se dejaban a menudo para más tarde, y este “más tarde” nunca acababa llegando. Todo ello suponía una importante amenaza para las normas de seguridad alimentaria.

Fredrik había utilizado Compliance en su empresa anterior y, tras varios años hablando de ello, consiguió convencer al ayuntamiento para que probara la solución. Para ello, escogió cuatro centros como parte de un proyecto piloto e incluyó distintos perfiles de empleados para que participaran en la prueba.  

Seleccionó específicamente a la empleada de mayor edad del equipo. Pensó que, si ella conseguía utilizar la aplicación sin problemas, sería un buen ejemplo para el resto. Al principio, se mostró escéptica y dijo que solo la usaría en el ordenador. Sin embargo, al cabo de cuatro días llamó a Fredrik riéndose y le contó que la app móvil era perfecta y que la utilizaría a partir de entonces.

Ahora, Fredrik puede hacer cambios de forma instantánea en cualquier procedimiento de seguridad alimentaria, y éstos se aplican inmediatamente en la aplicación. El personal no tiene que hacer nada; y pueden llevar a cabo todos los controles en cuestión de minutos, lo que les permite centrarse en sus tareas en la cocina. La aplicación Compliance puede descargarse en los teléfonos móviles de los trabajadores, en los ordenadores de la cocina o en iPads, de manera que todo el mundo puede acceder y registrar las listas de comprobación con su propio nombre.