Restaurantes sin camareros, ¿el futuro de la restauración?

¿Te imaginas entrar en un restaurante y que no haya ningún camarero a la vista para servirte? Solo un ordenador en la mesa a través del cual hacer tu pedido. Suena a ciencia ficción, sin embargo los restaurantes sin camarero ya son una realidad.

¿Cómo funciona un restaurante sin camareros?

En este tipo de restaurantes todo está automatizado (bueno, casi todo, aún hace falta alguien que prepare la comida). Aunque cada establecimiento tiene su propio modo de funcionar un esquema general podría ser el siguiente:

Los comensales llegan y se sientan en la mesa. No hay ningún camarero que les tome nota. En su lugar, encima de la mesa hay una pantalla táctil con todas las opciones del menú. Los comensales solo tiene que seleccionar su pedido y pagarlo.

La orden se transmite a la cocina, que permanece oculta  en la parte posterior. Mientras tanto, los comensales pueden entretener la espera navegando por internet con los mismos ordenadores que han usado para hacer su pedido.

Allí los cocineros hacen su trabajo y en poco tiempo tienen el pedido listo. Ahora hay que llevarlo hacía la mesa, y para ello tampoco hace falta ningún camarero. Un ingenioso sistema de railes transporta los platos y los cubiertos directamente a la mesa.

Puedes verlo mejor en este vídeo:

Ya existen restaurantes sin camarero en Nuremberg, Hamburgo o San Francisco. La automatización se está implementando, en mayor o menor grado, en la mayoría de las grandes cadenas de comida rápida.

¿Suena rápido, verdad? Sin embargo, como comprenderás poner en marcha este sistema requiere una importante inversión inicial por parte del restaurante.

Los restaurantes sin camarero prometen beneficios tanto para el negocio como para el cliente. Los beneficios para el restaurador son claros: un control absoluto sobre los pedidos del cliente y el importante ahorro que supone no tener un equipo de camareros en plantilla.

Por otro lado, los clientes tendrían un servicio más rápido, ya que no tendrían que esperar a un camarero que en muchos casos tiene que atender a otras cinco mesas antes que la suya. Entre las desventajas, sin embargo, las más citadas son la despersonalización de los restaurantes y la pérdida de puestos de trabajo.

Y tú, ¿comerías en un restaurante sin camareros? ¿Qué te parece la idea? Esperamos tus comentarios.